DESCUBRIR TU PROPÓSITO DE VIDA 

A veces sentimos que algo nos falta, aunque "todo vaya bien". Cumplimos con nuestras responsabilidades, seguimos el ritmo de la vida… pero dentro de nosotros hay una voz que susurra: "Esto no puede ser todo". Esa voz no es insatisfacción. Es el llamado de tu alma. 

Tu propósito de vida no siempre llega como una revelación repentina. A veces se muestra poco a poco, entre silencios, aprendizajes y desafíos. Se revela cuando te permites escuchar tu corazón, cuando eliges ser auténtico, cuando dejas de vivir para cumplir expectativas y comienzas a vivir desde la verdad de quién eres. 

El propósito no es una meta externa, ni una carrera que alcanzar. Es una forma de estar en el mundo, un estado de coherencia entre lo que sientes, piensas y haces. Es la energía que guía tus pasos, el motivo por el que te levantas cada día con ilusión. 

Cuando descubres tu propósito, todo cobra sentido: tus experiencias, tus heridas, tus talentos… incluso los momentos más difíciles se transforman en piezas del rompecabezas que te llevan hacia tu esencia. Vivir con propósito no significa que todo sea fácil, sino que cada paso tiene dirección, cada caída te enseña, y cada logro resuena con tu alma. 

Si sientes que estás perdido, no te apresures. Respira. Escúchate. Observa qué te hace vibrar, qué te llena de amor, en qué momentos sientes que "eres tú plenamente". Ahí, justo ahí, está la semilla de tu propósito. 

Tu propósito de vida no se busca, se recuerda.

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