SAMHAIN: EL VELO ENTRE LOS MUNDOS

Hoy celebramos Samhain una de las festividades más antiguas del calendario celta. Marca el final de la cosecha y el comienzo del invierno: el momento en que el sol se debilita, la tierra descansa y los velos entre los mundos se vuelven más delgados. Samhain es el Año Nuevo celta, un punto de cierre y de renacimiento. Es tiempo de honrar a los ancestros, agradecer los frutos del ciclo que termina y prepararse para sembrar las intenciones del próximo. Durante esta noche, los antiguos celtas encendían grandes hogueras para protegerse de los espíritus y guiar a las almas en su camino. Hoy, esa llama interior sigue viva en cada ritual, en cada vela que encendemos, en cada recuerdo que dedicamos a quienes partieron. 

Samhain nos invita a mirar hacia adentro. Es momento de introspección, de reconocer lo que debe morir para que algo nuevo pueda nacer. Honrar la memoria. Recordar a nuestros ancestros, agradecer sus caminos, sus enseñanzas, su presencia en nuestra sangre y espíritu. Purificar y renacer. Quemar lo viejo, liberar cargas, cerrar ciclos. Escuchar el silencio. En la oscuridad de esta estación se gesta la semilla del futuro. En esta noche mágica, el tiempo se detiene. Los límites entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte, se difuminan. Todo se une en un mismo círculo sagrado. Que esta noche de Samhain te encuentre con el corazón abierto, las raíces firmes y la luz encendida en tu alma.

<<      >>